Santoral de hoy, 9 de agosto: Santa Edith Stein, Carmelita Descalza perseguida por los nazis por ser judía

En 1998 fue canonizada por San Juan Pablo II como mártir de la fe, siendo conocida con el título de “Mártir por amor”, y en 1999, copatrona de Europa

Santa Edith Stein. Foto:Desde la Fe.
Santa Edith Stein. Foto:Desde la Fe.

Cada 9 de agosto, el santoral de la Iglesia Católica celebra a Santa Edith Stein, filósofa, carmelita descalza, mística y mártir, cuyo legado combina una brillante trayectoria académica con un profundo compromiso espiritual.

Nacida el 12 de octubre de 1891 en Breslau (hoy Wroclaw, Polonia) en una familia judía, Edith experimentó un viaje de transformación espiritual que la llevó del ateísmo al cristianismo.

Durante sus años en la Universidad de Gotinga, Edith se destacó como filósofa y fue asistente del renombrado Edmund Husserl. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial (1914-1918) marcó un punto de inflexión en su vida, donde experimentó de cerca la fragilidad humana y profundizó su sentido de solidaridad.

Su conversión al cristianismo comenzó en 1921 tras un encuentro con una amiga que le mostró la paz que le otorgaba la fe. Influenciada por la autobiografía de Santa Teresa de Ávila, Edith fue bautizada en 1922 y, más tarde, ingresó al convento carmelita en 1934, adoptando el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz.

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Santa Edith Stein, perseguida por los nazis. Foto: ACIPRENSA.

PERSEGUIDA POR EL RÉGIMEN NAZI

Las fuerzas nazis en Holanda declararon a todos los católicos de origen judío como "apátridas", lo que les condenaba a ser detenidos y deportados. En consecuencia, un contingente militar nazi irrumpió en el convento carmelita donde Edith y su hermana Rosa residían, arrestándolas y llevándolas detenidas.

Ambas fueron trasladadas al campo de concentración de Westerbork en los Países Bajos, donde las condiciones eran extremas. A pesar del sufrimiento y las humillaciones, Edith no dejó de preocuparse por sus compañeros de prisión, brindándoles consuelo y apoyo en medio de la desesperación. La tortura y la muerte eran una amenaza constante.

Poco tiempo después, Edith y Rosa fueron enviadas a Auschwitz, en Polonia, donde fueron agrupadas con otros prisioneros. El 9 de agosto de 1942, las hermanas Stein llegaron al campo. Los prisioneros recién llegados fueron organizados para ser conducidos a las cámaras de gas. Santa Edith Stein fue ejecutada en uno de estos grupos, entregando su vida por la salvación de las almas, la liberación de su pueblo y la conversión de Alemania.

MÁRTIR POR AMOR

Canonizada en 1998 por San Juan Pablo II como “Mártir por amor” y copatrona de Europa, su vida sigue siendo un testimonio de fe, sacrificio y amor en tiempos de oscuridad.