En México, hay pocas cosas tan fáciles de identificar como un OXXO. Con más de 20 mil sucursales repartidas por todo el país, estas tiendas de conveniencia se han convertido en parte esencial de la vida cotidiana-
Desde vender un café a las 7 a.m. a una cerveza a medianoche, papel de baño en domingo o una recarga de saldo cuando más lo necesitas. Pero ahora, OXXO va más allá de la funcionalidad básica y apuesta por lo simbólico con su nueva iniciativa: los OXXOs Mágicos.
MARAVILLOXXO: LUGARES MÁGICOS
Este proyecto forma parte de la campaña MaravillOXXO’, una propuesta que busca no solo fortalecer el consumo local, sino también celebrar y visibilizar la riqueza cultural de cada rincón del país.
La idea es sencilla pero poderosa: transformar las fachadas típicas de las tiendas OXXO en expresiones artísticas que rindan homenaje a la identidad de las regiones donde se ubican.
Como explica Jorge Esquer Landeros, Gerente de Mercadotecnia de OXXO, esta campaña “nace del deseo de reconocer y celebrar las raíces que nos conforman” como mexicanos.
Actualmente, hay cuatro OXXOs Mágicos que destacan por su diseño único y su enfoque cultural:
1. OXXO ESCOLLERAS, EN CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS

Tiene un estilo intergaláctico con figuras de extraterrestres y naves, justo frente al malecón de Playa Miramar.
2. OXXO PLAYA DEL MUERTO, EN BOCA DEL RÍO, VERACRUZ

Muestra un diseño azul con detalles marinos, que reflejan la riqueza de las costas veracruzanas.
3. OXXO BAHÍA PRÍNCIPE, EN TULUM, QUINTANA ROO

Resalta con colores rosa y celeste, en honor a la selva maya y su fauna vibrante.
4. OXXO SAN BLAS MUELLE, EN NAYARIT

Fusiona el folklore del arte huichol con la fauna regional, a unos kilómetros del muelle turístico de San Blas.
Estos espacios no solo son puntos de venta, sino verdaderos altares urbanos a lo MaravillOXXO de México: su gastronomía, costumbres, tradiciones y arte.
Los OXXOs Mágicos son un recordatorio de que lo cotidiano también puede ser extraordinario, y que hasta una tienda de conveniencia puede convertirse en un símbolo de identidad cultural. Porque en México, hasta comprar una coca puede ser parte de una experiencia turística.