Detalló que este es un trastorno de la conducta alimentaria que se ve reflejada en la persona por la falta de apetito, el rechazo al alimento y que puede llegar a ocasionar severos daños a la salud si no se atiende anticipadamente.
"Tomar este hábito te baja al peso mínimo. Una persona anoréxica a veces no quiere ni tomar agua por miedo a ganar peso, por lo que muchos sufren de deshidratación y esto acarrea otras enfermedades que afectan fuertemente al organismo", comentó.
Generalmente, indicó, la gente que hace dietas, con algo de obesidad y con traumas por señalamientos que hacen sus familiares y los allegados que pertenecen a su círculo social, son las más susceptibles a padecer este trastorno alimentario.
"A veces los papás son los mismos que orillan a tomar estas conductas, con comentarios como "estás muy gordo", "no comas tanto", "cuida tu peso", entre otros. También por burlas que pueden recibir en la escuela o con los mismos vecinos u otros familiares", informó.
Gómez Estrada precisó que muchas personas también se ven influenciadas por los estereotipos que las empresas utilizan con modelos en sus comerciales a través de los medios de comunicación.
"En los medios también se usan figuras estéticas, que son delgados y fuertes. Eso de alguna forma influye en la sociedad de que así debemos de ser todos, por lo que muchos optan por la dieta estricta que se convierte en anorexia", explicó.
Reveló que a los pacientes que acuden a consulta a Cisame se les aplica el "Cuestionario de Conductas Alimentarias de Riesgo", para que se pueda saber qué es lo que detonó esta conducta y partir de ahí para ver qué tratamiento ofrecerle.
Agregó que son pocos los casos de este tipo que se presentan; sin embargo, sí se dan y es importante buscar ayuda y tratarlos para no sufrir consecuencias graves en la salud.