
Señaló que estas estructuras son parte de la tradición de la etnia mayo desde hace bastante tiempo, las cuales se construyen nueve días antes del Día de Muertos.
Detalló que los materiales que se utilizan para la elaboración de los tapancos son palos y carrizos que tienen que ser cortados por los mismos familiares de los difuntos a quienes se les brinda la ofrenda.
“Los mismos familiares son los encargados de realizar esta obra, ya que durante el proceso de elaboración dejan impregnado sus aromas con el cual, las almas de los seres queridos, identifican y se familiarizan. De esta forma se dan cuenta que la ofrenda va dirigida hacia ellos”, explicó.
Ríos Ibarra añadió que los tapancos son un tipo de mesa de gran altura con una plataforma de carrizo, que es donde se les pone la comida a ofrecer a las almas de los difuntos, las cuales hayan sido de su agrado durante su vida. “Regularmente se les brindan alimentos que disfrutaron en vida. Algo que nunca debe de faltar es el agua, ya que en su viaje desde dónde vienen es un poco cansado y les provoca mucha sed”, aseguró la custodio del museo.
La antropóloga destacó que una vez terminados, y acondicionados, los tapancos para recibir a las almas, se lanzan cohetes al aire como señal de aviso para sus difuntos queridos, quienes al darse cuenta de esto emprenden su viaje para visitar a sus familiares en sus domicilios.