Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, una fecha que rinde homenaje a la labor vital de millones de enfermeros y enfermeras en todo el mundo. Esta conmemoración no fue elegida al azar, pues coincide con el nacimiento de Florence Nightingale.
La iniciativa fue instaurada en 1965 por el Consejo Internacional de Enfermeras (ICN) con el objetivo de reconocer una profesión que, aunque esencial para la salud pública, continúa enfrentando desafíos como la falta de reconocimiento, inversión, condiciones laborales dignas y acceso equitativo a educación y liderazgo.
La enfermería es mucho más que una vocación: es ciencia aplicada, ética en acción y humanidad en su máxima expresión. Y si hoy podemos verla como una disciplina profesional, estructurada y respetada, se lo debemos en gran parte a Florence Nightingale, la mujer que transformó un acto de cuidado en un sistema de salud moderno.
¿QUIÉN FUE FLORENCE NIGHTINGALE?

Nacida el 12 de mayo de 1820, en una familia acomodada, Florence creció entre Inglaterra e Italia, rodeada de privilegios que nunca la convencieron del todo.
A los 17 años, escribió que sentía un llamado divino para ayudar a los demás, pero su camino fue cuesta arriba: su familia se oponía rotundamente a que se convirtiera en enfermera. Aun así, lo logró.
A los 31 años se formó en Alemania y poco después, cuando estalló la Guerra de Crimea en 1854, fue convocada para liderar un equipo de enfermeras en los hospitales militares británicos.
Lo que encontró fue aterrador: soldados muriendo más por infecciones que por heridas de guerra. Con limpieza, organización, ventilación y alimentación adecuada, Nightingale logró reducir la mortalidad del 42 al 2 por ciento.
Florence Nightingale hizo esta heroica labor con una lámpara en la mano, caminando cada noche por los pasillos, ganándose el apodo de “La dama de la lámpara”, sin embargo, su impacto no se limitó al campo de batalla.
También fue pionera en el uso de estadísticas y gráficos para argumentar políticas sanitarias, fundó la primera escuela laica de enfermería en el hospital St. Thomas de Londres y escribió más de 200 obras, entre ellas Notes on Nursing, que aún hoy forma parte del currículo en muchas universidades.
¿POR QUÉ LA FIGURA DE FLORENCE NIGHTINGALE ES TAN IMPORTANTE PARA LA ENFERMERÍA?

El legado de Florence Nightingale trasciende su época. No buscó reconocimiento personal ni recompensas materiales. Rechazó títulos y fortunas para dedicarse a construir estructuras sólidas donde el cuidado fuera también una política pública.
Su visión fue precursora: entendió que la salud no podía ser privilegio de unos pocos, sino un derecho respaldado por ciencia, datos y voluntad política.
Durante la pandemia de COVID-19, su figura recobró especial relevancia y la OMS declaró el 2020 como el Año Internacional de la Enfermera en su honor, recordándonos que, sin el trabajo silencioso, constante y valiente de las enfermeras, ningún sistema de salud podría sostenerse.
Hoy, cada 12 de mayo no solo celebramos una profesión, sino un principio: el cuidado como forma de justicia, la empatía como herramienta de cambio. Es una fecha para alzar la voz por quienes no siempre son escuchados, pero sin quienes no habría recuperación, consuelo ni esperanza.
El Día Internacional de la Enfermería es, en el fondo, un homenaje a todas esas personas que, como Florence Nightingale, eligen cada día cuidar, incluso cuando nadie mira.