Francisco Mendoza Calderón, director de Protección Civil de Cajeme, en entrevista para el Diario del Yaqui, comentó que ante las altas temperaturas que se han dejado sentir en los últimos días, se deben extremar precauciones, especialmente en la práctica del deporte al aire libre.
Mendoza Calderón explicó que, aunque aún no habrá restricciones por las altas temperaturas, es fundamental mantenerse hidratado y evitar la actividad física en las horas en las que el calor alcanza su punto máximo.
Agregó que las temperaturas por encima de los 40 grados, como ocurrió este sábado cuando el termómetro marcó 42 grados centígrados, son peligrosas para la práctica deportiva al aire libre.
También pidió a los cajemenses que, si no es necesario, eviten salir a la calle en las horas pico, ya que podrían sufrir un golpe de calor o síntomas de deshidratación.
Pidió a los dirigentes de las ligas deportivas que realizan actividades al aire libre que extremen precauciones.
Francisco Mendoza Calderón señaló que a partir del 5 de julio podría entrar en vigor una restricción de actividades entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. Esta medida aplicaría a todas las ligas que practican deporte al aire libre. La decisión se toma debido al inicio de la llamada canícula, que tiene una duración aproximada de 40 días.
Explicó que se encuentran monitoreando las condiciones climáticas y que las temperaturas podrían alcanzar entre los 47 y 48 grados, con una sensación térmica cercana a los 50 grados. Esto podría provocar serios problemas en la práctica del deporte, por lo que se implementarán medidas preventivas que deberán ser acatadas. En caso de no hacerlo, las ligas podrían enfrentar consecuencias administrativas por incumplimiento.
¿POR QUÉ OCURRE LA CANÍCULA?
La canícula se produce por una combinación de factores atmosféricos, como la posición del sol, la estabilidad atmosférica y la influencia de sistemas de alta presión que inhiben la formación de nubes, lo que reduce las precipitaciones en plena temporada de lluvias.
La canícula es un período del año caracterizado por un aumento notable del calor y una disminución de lluvias, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. En México y Centroamérica, se presenta típicamente entre mediados de julio y mediados de agosto, aunque puede variar ligeramente según la región.