La nicturia es la necesidad frecuente de orinar durante la noche, interrumpiendo el sueño de forma recurrente. Si bien es común en personas mayores, este fenómeno puede ser un indicio de problemas de salud subyacentes, especialmente relacionados con la presión arterial alta, según expertos de la Clínica Universidad de Navarra en España.
Aunque se considera una condición multifactorial, la nicturia no debe ser ignorada, ya que interfiere con la calidad del sueño y puede afectar tanto el bienestar físico como mental.
TRASTORNO QUE NO DISTINGUE EDAD
A menudo asociada al envejecimiento, la nicturia puede presentarse a cualquier edad y está vinculada a diversas causas médicas, desde alteraciones hormonales hasta enfermedades cardíacas y renales.
Durante el sueño, el cuerpo reduce la producción de orina, pero en las personas con nicturia, este mecanismo no funciona correctamente, lo que provoca una mayor eliminación de líquidos por la noche. Este desequilibrio puede reflejar problemas en la regulación de la presión arterial y en la función renal.
INDICATIVO DE OTRAS ENFERMEDADES
Uno de los factores más relevantes en la aparición de la nicturia es la presión arterial alta, ya que dificulta la eliminación adecuada de sal y agua, favoreciendo la acumulación de líquidos durante el día, que luego se eliminan en exceso durante la noche.
Este síntoma puede ser un indicio temprano de enfermedades cardiovasculares graves como infartos o accidentes cerebrovasculares, por lo que es importante no pasarlo por alto.
El estilo de vida, la dieta, los medicamentos y los hábitos nocturnos, como el consumo de alcohol o cafeína, también pueden contribuir a la aparición de la nicturia. En casos más graves, la diabetes o la insuficiencia cardíaca son factores adicionales que provocan una mayor producción de orina nocturna.
Si este síntoma persiste, es crucial acudir al médico para una evaluación que permita detectar posibles problemas de salud a tiempo y mejorar la calidad de vida del paciente.
MEDIDAS GENERALES Y CAMBIOS DE ESTILO DE VIDA RECOMENDADOS
- Reducción de la ingesta de líquidos por la noche, especialmente 2-4 horas antes de acostarse.
- Evitar cafeína, alcohol y bebidas carbonatadas en la tarde/noche.
- Elevación de piernas por la tarde para reducir el edema periférico y el retorno venoso.
- Uso de medias de compresión si hay insuficiencia venosa o edema.
- Restricción de sal, que puede ayudar a disminuir la producción nocturna de orina
