Dani toca la campana: Un milagro de esperanza tras vencer la leucemia

Lo que hace tres años parecía imposible finalmente se convirtió en una hermosa realidad para el pequeño quien siempre se mostró fuerte y resiliente

Amigos y familiares acompañaron a Daniel Alfonso en su toque de campana.
Amigos y familiares acompañaron a Daniel Alfonso en su toque de campana.

Con una sonrisa llena de esperanza y un corazón valiente, Dani, un niño de tan solo 7 años, tocó la campana que marca el final de su tratamiento contra la leucemia, tras un arduo proceso de más de tres años. La tarde de este viernes, el Hospital General Regional No.1 (HGR) del IMSS fue testigo de un momento inolvidable de lucha y triunfo.

Hace tres años, Dani y su familia se encontraban en la Basílica de Guadalupe, pidiendo por su salud y por un milagro que parecía lejano. Y aunque en ese entonces el futuro se veía incierto, el milagro llegó, gracias al esfuerzo incansable del personal médico, la fortaleza de Dani y el amor incondicional de su familia.

El emotivo acto comenzó con la llegada de Dani al hospital, acompañado de una gran comitiva de familiares y amigos que lo han apoyado durante todo el proceso.

La oncóloga pediatra Lizzeth Bojórquez, quien ha sido su guía y su fuerza durante el tratamiento, se mostró visiblemente emocionada. "Cada niño diagnosticado con cáncer representa una responsabilidad enorme", expresó la doctora, resaltando la gran batalla que Dani y su familia han librado.

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UN NIÑO FUERTE Y RESILIENTE

En un momento lleno de sentimientos encontrados, Dani, de la mano de su mamá, Mily Morales, y de la doctora Bojórquez, escuchó las palabras de su médico y de sus seres queridos con una madurez impresionante para su corta edad.

"Este niño siempre respondió con alegría y fortaleza, y su actitud ha sido un ejemplo para todos nosotros", comentó la doctora, mientras no podía contener las lágrimas al recordar todo lo que Dani había superado.

Con una ovación de los presentes, Dani finalmente tocó la campana con ambas manos, dejando claro que, con valentía y esperanza, todo es posible. "Sí se pudo", gritaban los asistentes, aplaudiendo a este pequeño guerrero que ahora representa un símbolo de esperanza para todos los niños que siguen luchando contra el cáncer.

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UN FESTEJO COMPLETO 

El momento culminante de este día tan especial llegó cuando, a petición de su abuelo, se rezó un Padrenuestro en honor a los niños que aún enfrentan la lucha y a aquellos que ya no están. Al salir del hospital, Dani continuó su celebración tocando una campana de mano mientras era ovacionado por el personal del hospital, quienes se unieron a su alegría.

El festejo no terminó ahí ya que por la noche, Dani repitió el acto de tocar la campana en el quinto aniversario de la asociación Amar y Servir, una organización que ha acompañado a su familia durante todo el proceso.

"Hace tres años, todo esto parecía imposible", expresó Mily, su mamá, visiblemente emocionada y agradecida con el IMSS. "Hoy, Dani es la prueba viviente de que los milagros existen".

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