El ejercicio físico es clave para una vida saludable. Para muchos, frases como “sin dolor no hay ganancia” se han convertido en lema del mundo fitness. Ante esto, muchos se preguntan si el dolor, después de hacer ejercicio, es un mito o una realidad.
Especialistas en salud física advierten que esta creencia puede llevar a los entusiastas del ejercicio a ignorar señales importantes de su cuerpo.
¿EL DOLOR TRAS EJERCICIO ES SEÑAL DE PROGRESO?
Aunque cierto grado de dolor puede ser normal, no es un requisito para el fortalecimiento muscular ni para la mejora del rendimiento.
“El dolor constante no es algo por lo que debamos esforzarnos”, señaló Cedric Bryant, fisiólogo del ejercicio y presidente del Consejo Americano del Ejercicio. “Una idea errónea muy extendida es que el dolor significa que el entrenamiento ha sido eficaz, pero no es así”.

¿POR QUÉ DUELE EL CUERPO DESPUÉS DEL EJERCICIO?
El dolor posterior al ejercicio es una reacción natural del cuerpo ante un esfuerzo físico, sobre todo si se trata de una rutina nueva o más intensa. Sin embargo, es importante saber distinguir entre los distintos tipos de dolor: mientras algunos son parte del proceso de adaptación muscular, otros podrían ser señales de alerta que indican una lesión.
¿CÓMO PREVENIR EL DOLOR DESPUÉS DEL ENTRENAMIENTO?
- Calentamiento previo: Preparar el cuerpo con ejercicios dinámicos.
- Progresión adecuada: Aumentar la intensidad o el peso poco a poco.
- Buena técnica: Aprender la forma correcta de cada ejercicio.
- Descanso y recuperación: El cuerpo necesita tiempo para repararse.
- Nutrición e hidratación: Son claves para el buen funcionamiento muscular y la reducción de inflamación.
Sentir dolor tras ejercitarse no es un indicador absoluto de progreso. Escuchar al cuerpo y aprender a diferenciar entre el dolor normal y el que indica lesión es fundamental para mantener una rutina de entrenamiento segura y efectiva.