Abelandía 2020: entre la gorra y las definiciones

Allá, a unos kilómetros pasando bonito poblado de

Batacosa

, en el corazón de los cerros, en el Municipio de

Quiriego

, al sur del Estado de

Sonora

, está el rancho llamado El Nacapule, de

Abel Murrieta

,

que entre trago y trago y taco y taco pasó a conocerse como

“Abelandia”

, por convertirse durante tres días, la segunda semana de enero, en una especie de

Disneylandia

durante tres días, con fin de refrendar amistades, conocer gente, convivir con la naturaleza, especular de todo lo habido y por haber, pero, principalmente sobre política; para mandar señales de humo en varias versiones: fotos de los invitados especiales, de la leña en donde se preparan variados alimentos, y cigarros, pero sobre todo para gestar posibles amarres y espaldarazos, en esta ocasión, rumbo a la gubernatura del Estado que se viene para el 2021.



Ahí vas, por los caminos y lugares que traen con el Jesús en la boca a la gente de por acá por ser considerados tierras sin ley; ahí vas siguiendo los postes bien pintaditos que llevan la electricidad y los letreros oficiales de “Abelandia” que te van guiando hasta la loma donde está el rancho. De pronto llegas a un retén a la entrada del lugar, en donde te buscan en la lista de invitados, aunque los colados también son recibidos hasta cierto punto.



Esta es la primera vez que me invitan a dicho evento que tienen más de 20 años realizándose, y con mucho gusto acudí sin poder gorrear a gusto de la comida y la bebida que abundan sin costo alguno para los invitados, sino para saludar personalmente a

Ricardo Bours

y a

Abel Murrieta

, conocidos de hace más de cuarenta años, que contentos departieron con sus cientos de invitados, que incluye raza que viene del norte y del sur del Estado, entre ellos ricos, clasemedieros, chambeadores, busca huesos, políticos, empresarios, jóvenes, rucos, y de todo, menos damas, que hasta el momento no se invitan no sé las razones, pero supongo que para evitarles incomodidades.



Después de saludar a los anfitriones y a los muchos conocidos que me encontré, fui por una cerveza y el cantinero oficial, el famoso Tatú, como le apodan, me dijo “yo compro el Diario por tu columna. A mi esposa y a mí nos gusta mucho leerte a ver si escribes algo de aquí”, lo que me alegró el momento, más que me dijo que podía tomar todo lo que quisiera, que la barra estaría abierta las 24 horas, y aquí me tienen escribiendo sobre el evento, pero lo interesante aquí no es eso, sino constatar que a Ricardo Bours Castelo todo parece indicar que será el abanderado del Movimiento Ciudadano para buscar la gubernatura de Sonora en el 2021, y de seguro le queda muy claro que para lograr su objetivo requiere de la unidad de varios actores políticos que también la quieren y tienen trabajando por años, y de muchos ciudadanos y empresarios, ya que Morena trae números altos en preferencias, por lo que apenas juntando varios “capitales políticos de peso” podrán dar la pelea. Y, sí, ahí estuvieron la planilla mayor del movimiento naranja, (ex) priístas, panistas, independientes y ciudadanos libres que ven a Bours Castelo con buenos ojos para tratar de sacar a Sonora del atolladero sociopolítico y económico en el que se encuentra.



Es ahora o nunca, aseguran, pues nos estamos quedando atrás como Estado y otros seis años grises y corruptos no los aguantaría esta tierra tan lejos de la Federación y tan cerca de los gringos.


Jesushuerta3000@hotmail.com