Un elemento que comulga con esa visión, es Guadalupe Elizabeth Arce Espinoza, quien defiende con tesón los cimientos que sostienen a mencionada corporación, y entiende que para algún sector de la ciudadanía la percepción que se tiene de un oficial es negativa, por ciertos miembros que atentan contra los códigos que definen a un policía, pero ella se enfunda en el uniforme y promueve el servicio a la ciudadanía.
Asume el reto que implica portar la vestimenta que distingue a un policía. Tiene una hija de 6 años y es madre soltera, su pequeña representa el motor que la inspira y motiva para portar con orgullo el uniforme de policía, y es consciente de los peligros que encara en su rutina.
“Somos seres humanos, conocemos el miedo y tenemos siempre esa incertidumbre de que nos esperan en casa y tenemos las ganas de regresar con la familia”, expresó.
Guadalupe Elizabeth cuenta con 32 años de edad y desde hace 12 años es policía; recientemente, por su trabajo, esfuerzo y dedicación fue ascendida a comandante, y está a cargo del grupo denominado UMAV (Unidad Municipal para Atender Violencia Familiar, de Género y Personas Vulnerables), comando que se compone por 10 elementos, 7 mujeres y 3 varones.
“Es un orgullo y satisfacción sobre todo como mujer ser policía y poder ayudar a la gente”, manifestó.
La oficial cada día sale a la calle a realizar sus rondines con entereza, ella proyecta un trato humano y cálido a las personas que atiende, las cuales canalizan a dependencias especializadas para que cuenten con la orientación, respaldo y resguardo que requieren para asimilar y salir adelante del escenario que viven.
“A donde vamos ya es un llamado sobre violencia familiar o de género, por lo que el reto es brindarles a las personas una atención cálida y humana”, señaló.
Arce Espinoza no solo acude a lugares donde existe algún tipo de violencia que atenta contra la integridad, física, moral y psicológica de la mujer, niño, adolescente o adulto mayor, sino que también está capacitada para asumir un llamado de auxilio si un compañero lo requiere, en caso de que se encuentre bajo un entorno hostil, como una agresión armada.
“Lo primero que se me viene a la mente es la familia, mi hija, sobre todo, que me gustaría llegar a la casa, verla y abrazarla, y cuando escuchas por la radio detonaciones y que compañeros requieren ayuda, y tras llegar al lugar y ver esa escena, piensas en la familia que te espera en casa”, compartió.
De esta manera Guadalupe Elizabeth es un elemento que representa el perfil que debe poseer un policía, ya que reúne vocación, adiestramiento y una función que ejerce alineada a la justicia señalada por un reglamento.
Por su parte, de acuerdo a información proporcionada por la encargada de Comunicación de Seguridad Pública Municipal de Cajeme, Ana Camargo, actualmente la corporación la integran 700 elementos, en donde un policía raso percibe de 7 mil 500 a 8 mil 500 pesos mensuales, siendo en su mayoría hombres, por lo que la trayectoria y empeño que muestra Guadalupe a cargo de un grupo de policías que en su mayoría son mujeres, significa un ejemplo a seguir por el profesionalismo que manifiesta en la labor que realiza.
Hoy, 6 de enero, se celebra el Día del Policía Municipal en el Estado de Sonora, valoremos a aquellos elementos que ponen en riesgo su vida por brindar un servicio honesto e integral, aun sabiendo que un ser querido lo espera.
