Tecnología al servicio de las donaciones

Todos los padres intentan inculcar a sus hijos ciertos valores positivos con los que deben hacer frente a su vida. Cualidades que hacen a esa persona mejor con sus semejantes, y que sobre el papel hacen, que todos seamos iguales, da igual donde nazcamos, de donde procedamos o lo caritativa que sea nuestra vida, a la hora de permitirnos cubrir nuestras necesidades básicas.


Lo cierto es que el mundo no siempre es justo, y que ese planeta idílico que nos pintan cuando somos unos niños vemos que está muy lejos de ser realidad, cuando tenemos conocimientos reales de lo que sucede más allá de las paredes de nuestro hogar.



Para intentar ir paliando esas desigualdades, hay organizaciones sin ánimo de lucro que intentan realizar transferencias de rentas y bienes, desde personas con una buena posición monetaria, hacia grupos de individuos que no pueden cumplir necesidades básicas, como comida, educación o un hogar digno donde resguardarse de las intemperies climatológicas.



A veces estas

ONGs

, al intentar persuadir a la hora de búsqueda de fondos a personas que tranquilamente pasean por la calle o están disfrutando su momento de ocio, pasan la raya de persuadir más de la cuenta, para conseguir su objetivo final, obteniendo así la animadversión del individuo hacia futuras colaboraciones, con cualquiera de estas organizaciones sin ánimo de lucro.



Es aquí, donde la tecnología puede jugar un papel fundamental a la hora de conseguir ayudas, sin molestar a la persona que puede ser contribuyente de las mismas. En este sentido, un invento revolucionario puede cambiar toda la búsqueda de donaciones: una valla publicitaria interactiva, que se aprovecha de todas las mejoras técnicas y de innovación que están a nuestro alcance.



Esta valla, no es un emplazamiento publicitario al uso. Consta de dos pantallas LED, en las cuales se puede observar una carga de pan, o las manos atadas de un niño, y entre ellas existe una zona para poder deslizar la tarjeta bancaria y realizar la donación deseada. Llegando este hecho tan común en cualquier persona del mundo occidental, a definirlo con el movimiento “

deslizamiento social

”. Sin duda un claro ejemplo para mejorar la vida de las personas que nos rodean, poder donar la cantidad que cualquier persona estime oportuna con respecto a sus posibilidades, y no tener que sufrir el acoso o la persuasión de muchos voluntarios que con buena fe, solo buscan esa donación para su organización sin ánimo de lucro.



En una época en la que, la desigualdad va creciendo no solo dentro de los países desarrollados y subdesarrollados, sino también dentro de una misma nación del primer mundo, donde las diferencias entre personas de la misma ciudad o del mismo barrio se van acrecentando, como consecuencia de la crisis económica en la que el mundo está inmerso, y no se ha conseguido dejar atrás por el momento.



En un mundo tan globalizado como el de hoy, deben primera las iniciativas que busquen hacer que el planeta sea un lugar más justo para todos sus habitantes. Iniciativas como el “deslizamiento social” son granos de arena que en un futuro cercano pueden constituir una montaña de dimensiones descomunales.