Hoy termina marzo, un mes que pareciera que iba a marcar un nuevo comienzo para la mujer en México.
La nación entera hace unas escasas semanas se encontraba pasmada e impactada sobre el tema de igualdad de género.
Como un servidor lo había expuesto en colaboraciones pasadas, “hoy en día, las cúpulas del poder no tienen salida para evitar el tema de la mujer y su rol en la comunidad”.
Todo parece indicar que esa afirmación, en este momento es incorrecta. ¿Por qué? El mundo entero ha dado un giro inesperado, más allá de la guerra en medio oriente, la recesión económica mundial, la pobreza, feminicidios, entre otros, el principal tema en la actualidad es la salud pública.
Aquí vale la pena reflexionar de lo que se está hablando. Claramente el Sector Salud se encuentra consciente respecto a la gravedad que ha tenido el contagio del coronavirus en el mundo, aunque de la misma forma muchos especialistas han afirmado que es médicamente comprobado que el cáncer, la influenza o la neumonía, cuentan con una tasa de mortalidad más alta que el Covid-19.
El verdadero daño de este virus es la forma en la que se ha venido introduciendo en los países. Un claro ejemplo es México, pues en nuestra nación más allá de diseñar políticas públicas y cumplir con sus obligaciones constitucionales, la mayoría de nuestros servidores públicos han politizado el tema.
Desafortunadamente, se ha visto cómo deciden hacer campaña con medicamentos e incluso acusan que el virus es provocado por la ideología política opositora.
En ese sentido, el tema de una crisis mundial ha venido funcionando al Gobierno para quitarse de encima el gran peso que equivalía particularmente los feminicidios, los cuales a inicios de mes estaban impactando gravemente en la popularidad de nuestros gobernantes.
Recientemente, el Sistema Nacional de Seguridad Pública aseguró que 632 mujeres fueron asesinadas en el primer bimestre del año.
Ello significa que diariamente 11 mujeres no regresaron a sus casas y, si comparamos dichas cifras con la mortalidad del Covid-19 en México, es mil 760% más probable que se atente contra la vida de una mujer por su género que por poseer coronavirus.
Ante ello, vale la pena ser conscientes del gran reto que tenemos por delante. Claro que, como humanidad, saldremos adelante de esta crisis, así como lo hicimos con el ébola, la influenza y otras enfermedades más.
Lo que no hemos logrado derrotar es la violencia hacia la mujer, simplemente hemos decidido darle vuelta a la página.
Por ello, hago un llamado a las familias mexicanas a que dentro de este plazo de tiempo en el que se encuentran en sus hogares, trabajen en mejorar y complementar los valores en casa, para educar a las futuras generaciones a contar con un pensamiento ideológico donde se preserve la equidad, la igualdad y el respeto.
Asimismo, invito a nuestras autoridades a no seguir politizando esta crisis de salud para mejorar su imagen pública, en cambio, tendría más impactos positivos brindar resultados concretos a la comunidad.
Finalmente, a usted lector, lo invito a promover este mensaje con su familia, amigos, vecinos y la comunidad en general, a fin de cuentas, esta no es la causa únicamente de un servidor, sino que le pertenece a todos los mexicanos.
Como diría Judith Butler, “Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe de ser una libertad basada en igualdad”.
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hectormanjarrezrubalcava@gmail.com