“Annuntio vobis gaudium magnum: ¡habemus Papam!”

“Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos Papa!”

“Annuntio vobis gaudium magnum: ¡habemus Papam!”

Hace pocos días, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti ha pronunciado la esperada fórmula latina, comunicando a Roma y al mundo el nombre del nuevo sucesor de Pedro: “Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Robertum Franciscum Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinale Prevost, qui sibi nomen imposuit León XIV.”

He aquí la traducción en español: “Eminentísimo y Reverendísimo Señor, Señor Robert Francis, Cardenal de la Santa Romana Iglesia Prevost, quien ha tomado el nombre de León XIV”.

Sé que las redes están saturadas de historias, su mensaje inicial y lo que sigue de los enemigos de la Iglesia es querer “manchar su sotana”, queriendo culparlo de encubrimiento, ante caso de dos sacerdotes de su diócesis de Perú, que el actual Señor Obispo de Chiclayo, don Edinson Farfán, que los casos siguen en curso de investigación, aunque las leyes del Perú las declaren delito prescrito, la Iglesia sigue en el proceso, no encubrió a nadie; “el Cardenal ha sabido llevar todos los procesos. Y él, obviamente, respeta cada tiempo, porque al final también hay que escuchar a la otra parte (al sacerdote señalado). Hay cosas que son evidentes, pero hay que saber escuchar y respetar el proceso”.

Ahora, en el presente artículo quiero compartir una reflexión personal en CUATRO PUNTOS:

1.- CONTRA TODO PRONÓSTICO

Qué Maravilla que el Espíritu Santo actuó contra todo pronóstico, apuestas: “¡El Papa negro!”, “¡Se acaba la Iglesia Católica!” “¡Ya vendrá el fin del mundo!”, Fallaron los ateos, Nostradamus, profecías atribuidas a San Malaquías, adivinos, pastores, protestantes, supuestos profetas, supuestos apóstoles. Se quedan como mentirosos, falsos, en vergüenza.

Y todavía dijeron hablar en nombre de Dios; hasta Dios les rebeló o de la Santísima Virgen. Dice la palabra en Deuteronomio 18, 21-22: “Tal vez te preguntes: “¿Cómo sabremos que tal palabra no la ha pronunciado el Señor?”. Si lo que el profeta dice en nombre del Señor no se cumple y queda sin efecto, quiere decir que el Señor no ha dicho esa palabra. El profeta ha hablado temerariamente: no le temas.”

Por lo tanto, no caigamos en iluminismos, teorías conspiracionales de interpretaciones de mensajes marianos, sabiendo que el poder de la oración tiene la capacidad de lograr la intervención divina como lo hizo en Pentecostés o en el primer Concilio de Jerusalén, que nos narra los dos acontecimientos en el libro de los Hechos de los Apóstoles. El poder de Dios es mayor que el temor y las limitaciones humanas.

2.- EL DISCURSO COMPLETO DEL LEÓN XIV FRENTE A LA PLAZA DE SAN PEDRO

“La paz sea con todos ustedes.

Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios.

También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, que alcance a sus familias, a todas las personas, donde sea que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra.

La paz esté con ustedes.

Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada, desarmante y también perseverante, que proviene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente. Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco que bendecía a Roma.

El Papa que bendecía a Roma también daba al mundo entero esa mañana del día de Pascua. Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: que Dios los quiere mucho, Dios ama a todos y el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios.

Por lo tanto, sin miedo, unidos, mano a mano con Dios y entre nosotros, andemos adelante. Seamos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz; la humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada por el amor de Dios. Ayudémonos los unos a los otros a construir puentes con el diálogo, el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo, siempre en paz.

Gracias al Papa Francisco.

Quisiera agradecer a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, trabajando como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y ser misioneros.

Soy un hijo de San Agustín, agustino, que ha dicho: "Con ustedes soy cristiano y para ustedes, obispo". En este sentido, podemos todos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.

A la Iglesia de Roma, un saludo especial.

Tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre dispuesta y abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos. A todos los que tienen necesidad de nuestra caridad, de nuestra presencia, de diálogo y amor.

Y si me permiten, también una palabra, un saludo, de modo particular para todos aquellos de mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.

A todos ustedes, hermanos y hermanas, de Roma, de Italia y de todo el mundo. Queremos una Iglesia sinodal, que camine, que busque siempre la paz, que busque siempre la caridad, estar cerca de quienes sufren.

Hoy, en el Día de la Virgen de Pompeya, nuestra Madre María quiere caminar siempre con nosotros, estar cerca de nosotros, ayudarnos con su intercesión y su amor.

Ahora quisiera rezar junto a ustedes por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz del mundo. Pidamos esta gracia especial de María, nuestra Madre.”

3.- SU NOMBRE: “LEÓN XIV”

Es cierto que todo mundo habla en estos días que León XIII es famoso por ser el iniciador de la Doctrina Social de la Iglesia o Doctrina Social Cristiana, que sin duda nos está diciendo Dios, la importancia de formarnos verdaderamente y no quedarnos con el romanticismo de que la misericordia del dicho popular que dice “haz el bien sin mirar a quien”, pero la Palabra de Dios no lo afirma así, sino “Si haces el bien, mira a quién lo haces, y por tus beneficios recibirás favor”. Eclesiástico 12:1; el favor y la gracia de Dios opera en discernir la obra de misericordia sea espiritual o corporal, para dar mejor fruto, para esto se requiere formación, y en la Doctrina Social Cristiana, el hombre no está al servicio del Estado o el capital, sino el Estado y el dinero al servicio de la persona humana, la centralidad del ser humano y su dignidad en todos los ámbitos sociales. De esto de seguro hablaré más a fondo en otro artículo.

Podríamos hablar, también, que el Papa León XIII nos dio la oración que se hacía después en misa, a San Miguel Arcángel para protección y liberación del maligno que asedia a la iglesia y al pensamiento de todos nosotros. Oración que fue compuesta en 1886, después de una visión que tuvo y se ha rezado tradicionalmente en la Iglesia Católica para pedir protección contra el mal.

Y algo que me gusta mucho de aquel Papa, el 9 de mayo de 1897, el Papa León XIII, publicó la encíclica sobre el Espíritu Santo “Divinum Illud Munus”, en la que pedía a las diócesis y parroquias que rezaran al Espíritu Santo, el primer día del año 1900, para que Dios renovara la Iglesia y el mundo.

El 1 de enero de 1900, el Papa León XIII consagra el siglo XX al Espíritu Santo. Pasa gran parte de su oración invocando al Espíritu Santo y reza el "Veni Creator Spiritus" en nombre de toda la Iglesia.

4.- SU LEMA: "IN ILLO UNO UNUM"

El lema elegido por el Papa León XIV, "In Illo uno unum" –tomado de un comentario de San Agustín al Salmo 127– resume el corazón de su mensaje: "En Aquel que es Uno, somos uno”. En estas palabras se refleja un ideal de una Iglesia unida, a pesar de las diferencias y tensiones que inevitablemente pasan por ella. Es una expresión de comunión fundada no en la uniformidad, sino en el encuentro en el amor de Cristo, que hace posible la hermandad y la reconciliación incluso en los contextos más complejos. No por casualidad, en su saludo a la Iglesia y al mundo, el Papa León XIV habló de esto: “de una Iglesia puente, llamada a vencer divisiones, a dar espacio para la reunión, escuchar y misericordia”.

Además, a través de su escudo de armas y lema, el nuevo Pontífice propone una visión de un misionero, la Iglesia Mariana profundamente arraigada en el amor de Cristo. Una Iglesia dispuesta a sufrir y comprometerse completamente al servicio del pueblo de Dios, con la conciencia de que sólo en unidad con el Señor puede encontrar armonía toda diversidad.

El Salmo 127 de la Biblia habla sobre la dependencia de Dios para el éxito en la vida, especialmente en la edificación de la casa y la protección de la ciudad, así como en la prosperidad de los hijos.

Con gran alegría por un Papa según el corazón de Dios, aprendamos a construir puentes, como lo ha dicho nuestro nuevo Papa León XIV; empecemos a estar en comunión con todos, por el camino del diálogo, del perdón y la reconciliación. Si en algo coincidimos los que servimos desde el corazón mismo de la Iglesia: el Estupor, la Conmoción, porque se ha demostrado en tan poco tiempo del Cónclave, en 4 rondas, significa que en la Iglesia hay unidad en medio de la diversidad, y no uniformidad. Si cabemos todos, todos, todos en la Iglesia… pero no se permite todo, todo, todo, pues hay algo que ya no cabe en la Iglesia, ni en nosotros, ni en nuestra familia y sociedad: EL PECADO.

Hoy, Domingo del Buen Pastor, donde el Evangelio habla del Pastor que quiere unidad en el rebaño, sabernos en su mano y que nadie nos arrebatará de ahí.

Felicidades por un nuevo pastor y líder católico para la Iglesia y que el mundo necesita.

Oramos unidos por él. Bendiciones.

saulportillo@hotmail.com