“Anden y multiplíquense” …dijo el Dios del universo

No le hemos hecho caso a la razón, más bien al corazón; ahora el planeta está superpoblado y millones de niños llegan a una tierra seca

“Anden y multiplíquense” …dijo el Dios del universo

Fue un 11 de julio de 1987, hace 38 años, cuando la población llegó a los 5 mil millones de personas, y a partir de esa fecha se celebra el Día Mundial de la Población a solicitud de la Organización de las Naciones Unidas.

 En lo referente a la población, la clave no está en saber cuál es la cantidad de personas que habitamos el planeta, sino en el cómo vivimos, por eso el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en un discurso con motivo del Día de la Población en 1999 (cuando la población llegó a los 6 mil millones), dijo “No todo son cifras: La población no es sólo cuestión de números. Es una cuestión de seres humanos, una cuestión de individuos, una cuestión de cada uno de nosotros. Se trata de que cada mujer y de cada hombre sean capaces de tomar decisiones libres, informadas y en igualdad, incluyendo el tamaño de su familia y el espaciamiento entre sus hijos. Se trata de que cada hombre y cada mujer sean capaces de mantener a los hijos que decidieron tener, de asegurar su bienestar y de darles una vida digna. Se trata de libertad individual, de derechos humanos y de desarrollo sostenible para todos”, aseveró el funcionario.

Pero sucede que hasta el momento no le hemos hecho caso a la razón, más bien al corazón; ahora el planeta está superpoblado y millones de niños que nacen ya llegan con hambre a una tierra seca; a un mundo de locura y de desigualdad pareja, en donde lo más seguro, es que no tenga acceso a la educación, la atención médica y a una vida digna. Las cosas se han invertido, en este mundo nuestro, los hijos, por lo general, son resultado de un mero acto instintivo de pasión, por lo que desde el inicio de su gestación en el vientre materno muchas criaturas ya sienten el rechazo de una sociedad hedonista que se mueve básicamente por el tanto tienes tanto vales, mientas que otros tantos nacen con los males y defectos que les producen las adicciones de los padres y encuentran que los “derechos humanos y la vida digna” de una tierra prometida para todos, se han ido por el caño. Por eso, cuando hablamos de los miles de millones de personas que pueblan el mundo no sentimos la alegría que esto debería significar, sino miedo, y es que entre casi todos hemos logrado que cada nacimiento de un nuevo deje de ser el símbolo del amor, para convertirse en una lucha por la sobrevivencia en un planeta cada vez más pobre y en una tierra madre cada vez más devastada.

Creo que hasta el momento no hemos sabido administrar con sapiencia nuestra libertad de reproducirnos y de vivir como humanos. De vivir en el amor y paz bajo la luz de la razón. ¿Será que solo somos humanos viviendo en una especie de purgatorio?

Lo importante de celebrarnos como población está en que cada día nos presenta la oportunidad de reorientar nuestros pasos hacia la recuperación de lo que significa vivir con dignidad. Cada día es una nueva oportunidad para evolucionar hasta tocar el cielo.

“Ser humano es lo que quiero ser” Eros Ramazzotti

Jesushuerta3000@hotmail.com