Lo que comenzó como una misión de rutina para estudiar el deshielo en Groenlandia terminó revelando una pieza olvidada de la historia militar. Científicos de la NASA, mientras analizaban la capa de hielo con tecnología de radar de última generación, descubrieron una base militar oculta desde la Guerra Fría.
El descubrimiento tuvo lugar a más de 240 kilómetros al este de la Base Espacial Pituffik, gracias a imágenes obtenidas por el radar UAVSAR.
EL RADAR QUE REVELÓ UNA CIUDAD OCULTA BAJO EL HIELO
El radar UAVSAR, diseñado por la NASA para explorar el lecho glaciar, fue clave para este hallazgo. Este sistema, que emite señales hacia el suelo desde un avión, permite observar estructuras ocultas bajo el hielo en tres dimensiones. Durante un vuelo en abril de 2024, el equipo detectó patrones geométricos que no coincidían con formaciones naturales, lo que despertó la curiosidad de los investigadores.
Chad Greene, investigador del Jet Propulsion Laboratory, explicó que las imágenes parecían sacadas de otra época. “Fue como ver una ciudad bajo el hielo”, comentó. Lo más sorprendente es que la misión no tenía intención de buscar estructuras humanas, sino de verificar la precisión del radar para estudios relacionados con el cambio climático.
CAMP CENTURY: LA BASE SECRETA DEL PROYECTO ICEWORM
La base descubierta es conocida como Camp Century, una instalación construida por el Ejército de Estados Unidos en 1959. Su infraestructura incluía casi 3 kilómetros de túneles bajo el hielo, donde se alojaban dormitorios, laboratorios, comedores e incluso una planta nuclear. Oficialmente, se decía que su función era la investigación científica en el Ártico, pero en realidad era parte del secreto Proyecto Iceworm.
Este proyecto, impulsado por el Pentágono, tenía como objetivo instalar misiles nucleares en el Ártico para mantenerlos fuera del alcance soviético. Dinamarca, que administraba Groenlandia y había declarado el territorio libre de armas nucleares, aprobó la base sin conocer los planes reales. La verdad salió a la luz en 1996, cuando documentos del Departamento de Defensa fueron desclasificados.

UN LEGADO ENTERRADO QUE PODRÍA VOLVER A LA SUPERFICIE
Camp Century fue abandonada en 1967 y, desde entonces, ha permanecido congelada bajo capas de hielo. Sin embargo, el calentamiento global pone en riesgo esta aparente “cápsula del tiempo”. Si el deshielo continúa, los túneles podrían liberar residuos tóxicos o materiales radiactivos, lo que representa una amenaza ambiental para la región.
El hallazgo no solo ofrece una nueva perspectiva sobre las estrategias militares de la Guerra Fría, sino que también subraya el valor de las misiones científicas para desenterrar episodios olvidados del pasado. Además, demuestra cómo la tecnología moderna puede arrojar luz sobre secretos enterrados durante décadas.
LO QUE SIGUE PARA LA NASA Y LA EXPLORACIÓN DEL ÁRTICO
Aunque el descubrimiento no cambia el enfoque original de la misión científica, sí abre nuevas posibilidades. Los sensores de radar como el UAVSAR podrían utilizarse en futuras investigaciones no solo para estudiar el deshielo, sino también para identificar cómo estas antiguas estructuras afectan al ecosistema actual.
La historia de Camp Century, ahora rescatada por accidente, recuerda que los vestigios del pasado siguen presentes y que el deshielo del Ártico podría sacar a la luz más de un secreto olvidado.