Este lunes, la Iglesia Católica conmemora el nacimiento de San Juan Bautista, una de las figuras más importantes del cristianismo y uno de los tres únicos personajes cuyo natalicio es celebrado litúrgicamente por la Iglesia, junto con el de Jesús y la Virgen María.
San Juan Bautista es reconocido por su papel como precursor del Mesías y último profeta del Antiguo Testamento. Según la tradición cristiana, fue santificado en el vientre de su madre, Santa Isabel, y dedicó su vida a anunciar la llegada de El Salvador. Su historia está estrechamente vinculada a la de Jesús, a quien bautizó en el río Jordán.
Antes de comenzar su misión profética, San Juan pasó cerca de 20 años en el desierto, preparándose mediante la soledad, el ayuno y el silencio. Su predicación y creciente influencia provocaron el malestar de las autoridades, por lo que fue arrestado por orden de Herodes Antipas y, finalmente, decapitado en prisión.

Nacimiento de San Juan Bautista. Foto: ACI Prensa.
LA FIESTA DE SAN JUAN: TRADICIÓN Y ESPIRITUALIDAD
El 24 de junio se celebra en gran parte del mundo la Fiesta de San Juan, una festividad cargada de simbolismo y manifestaciones populares. En muchas regiones se encienden hogueras, se queman muñecos como símbolo de purificación espiritual y renovación, y se comparten alimentos típicos como sardinas asadas, sandía y pasteles.
Esta celebración es una de las más antiguas del calendario cristiano, y tiene un carácter tanto religioso como cultural, al reunir actos litúrgicos y costumbres populares que varían según la región.
SAN JUAN BAUTISTA, EL SANTO QUE SE CELEBRA DOS VECES AL AÑO
Además de su nacimiento, la Iglesia Católica también conmemora a San Juan Bautista el 29 de agosto, fecha dedicada a su martirio.
Este santo es el único santo cuyo nacimiento, el 24 de junio, y martirio, el 29 de agosto, son conmemorados litúrgicamente por la Iglesia.
