Cada 14 de mayo, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Matías, el apóstol elegido para ocupar el lugar dejado por Judas Iscariote tras su traición a Jesús.
¿CÓMO SE ELIGIÓ COMO EL ÚLTIMO APÓSTOL?
Según los Hechos de los Apóstoles, San Matías fue seleccionado para formar parte del grupo luego de la muerte de Judas Iscariote. En un momento de oración y reflexión, los apóstoles, junto con María y otros discípulos, decidieron que el nuevo apóstol debía haber sido testigo de los hechos más importantes del ministerio de Jesús, desde su bautismo hasta su ascensión al cielo.
Dos candidatos fueron propuestos: José Barsabás, apodado “el Justo”, y Matías. Después de orar y pedir la guía divina, y el destino señaló a Matías como el elegido, convirtiéndose en el apóstol número 12.
PATRONAZGO DE LOS CARNICEROS Y ARQUITECTOS
San Matías es venerado de manera especial por los carniceros y los arquitectos. Aunque no hay una explicación clara sobre por qué fue asociado con estos gremios, la tradición ha atribuido a San Matías una figura de construcción y labor. Los carniceros, por su relación con la “matanza” y el trabajo con los animales, lo ven como un protector en su oficio, mientras que los arquitectos lo consideran un patrono de la construcción, tal vez por la idea de que él mismo fue parte de la edificación espiritual de la Iglesia.
Asimismo, es considerado como santo patrono de los sastres, de los que padecen viruela y de los alcohólicos.

¿POR QUÉ SAN MATÍAS ES EL SANTO PATRONO DE LOS ALCOHÓLICOS?
San Matías, aunque comúnmente asociado con los carniceros y los arquitectos, también es venerado como patrón de los alcohólicos, un título que surge de una reflexión profunda sobre sus enseñanzas y su vida. En su obra Stromata, el teólogo Clemente de Alejandría (siglo III) recoge una frase atribuida a San Matías, que dice: “Debemos combatir nuestra carne, no valorarla, y no concederle nada que pueda halagarla, sino aumentarla. El crecimiento de nuestra alma por la fe y el conocimiento.”
Este llamado a dominar los deseos de la carne y a enfocarse en el crecimiento espiritual y el autocontrol resuena poderosamente con aquellos que luchan contra el alcoholismo. La lucha interna contra las pasiones y la búsqueda de la virtud a través de la fe y el conocimiento se considera una lección importante en el camino hacia la sanación de aquellos que enfrentan esta difícil adicción.
Por lo tanto, el vínculo entre San Matías y los alcohólicos radica en su enseñanza sobre la disciplina, el autocontrol y el fortalecimiento del alma frente a las debilidades humanas.