Para solucionar los diversos problemas que existen dentro de la Secretaría de Seguridad Pública, es necesario que el comisario de la misa tropa, dijeron.
Se requiere a un buen policía, que busque dignificar el trabajo y quiera dejar un legado, señaló un oficial; además, no es necesario traer a un comisario foráneo, pus dentro de la corporación hay agentes que cumplen con el perfil mencionado.
Hoy en día los policías no cuentan con el suficiente respaldo de la institución, señaló otro uniformado, aun cuando los elementos están más preparados que antes y eso se comprueba en el número de oficiales que tienen que una licenciatura o actualmente cursan una carrera universitaria.
Un ejemplo muy común es el abuso por parte de jefes hacia los subordinados, a quienes diariamente se les hacen trabajar hasta tres horas extra son motivo específico, expuso.
En caso de una emergencia, los policías de Cajeme suelen “fajarse”, mencionó, pues siempre auxilian en fenómenos climatológicos o hacen tiempo extra si se efectúa algún robo.
Pero pareciera que los nuevos esquemas están enfocados a dañar la carrera del policía, dijo, ya que errores en procesos administrativos, como el llenado de formularios o elaborar multas, pueden acabar con su trayectoria.
Al informarles que será el coronel de Infantería retirado, Jorge Manuel Solís Casanova, quien se desempeñe como jefe de la Policía Municipal, los agentes coincidieron en que es posible que haya más disciplina dentro de la corporación.
Sin embargo, los militares son personas “cuadradas”, que dictan instrucciones rígidas y no tienen desarrollado el concepto de proximidad social, refirieron los oficiales.
El último militar que dirigió la Secretaría de Seguridad Pública fue el capitán de Infantería en retiro, Mario Alberto Andrada Ramos, durante la administración de Manuel Barro Borgaro.