Por: Deniss Cabrera
Además de la elevación, el pavimento también presenta agrietamientos, provocando que los automóviles se descontrolen al tratarse de un eje vial en donde la velocidad es constante.
“Está muy peligroso, no se ve el tope que salió, para quienes van a alta velocidad y no les toca el semáforo en rojo pues salen volando y luego las llantas pegan en el borde”, manifestó Juan José.
A su vez, Ramón Herrera comentó que los daños en la vialidad provocan que los carros se descompongan, sobre todo los amortiguadores por las caídas bruscas al pasar por esta “rampa”.
Una situación similar existe en los cruceros de la calle Tabasco y 200, Tabasco y Allende; vialidades que en años pasados fueron rehabilitadas y cuya durabilidad debía ser de 40 años.