Por: Joel Luna
Recuerda que lo batallaron “macizo”, como él dice, hasta estuvo viviendo con ellos; le brindaron su hogar, comida, atención y lo sacaron varias veces de la comandancia por peleonero y se aferraron hasta que hicieron de él alguien de bien. Ellos lo hicieron ganar el campeonato de América avalado por el AMB, al ganarle al entonces campeón del mundo hispano en Hermosillo, Cristóbal Terán, de Los Mochis. Las derrotas que tuvo fue por irse solo a calar suerte a los Estados Unidos, donde si no perteneces a una empresa llevas el 80% de la pelea perdida.
“Pero no existe nada más fregón que coronarse en Obregón y que la gente grite tu apodo a coro para apoyar lo que estaba haciendo cuando gané el campeonato pluma de América en la explanada de la Expo. Es algo inolvidable y eso que me tocó pelear en Las Vegas en 9 ocasiones, de las cuales cuando tenía en la esquina a los hermanos Baldenegro ganaba seguido o me las robaban, y otras 3 que peleé sin ellos. Nunca me sentí derrotado, aunque le hayan levantado la mano a los contrarios, pues influyeron mucho las palabras de Manuel y Rogelio de pelear bien preparado y siempre llevaba en mente los consejos de mi jefe Lázaro Cárdenas, quien me inició en este deporte, hacer todo con calma y amar el deporte para que dé resultado”, comentó.
“Siento que lo que yo hice es pasado, para mí lo que importa es lo presente, lo que estoy haciendo y quiero llegar a ser alguien como entrenador, planes hay muchos, pero con nuestros gimnasios cerrados los sueños y planes están detenidos, pero no olvidados, así que tenemos que comenzar a trabajar con esta enfermedad. Por eso me la pasó buscando información de cómo protegerme y protegerlos, ya se nos fue un grande y la neta no me quiero ir dejando todo a medias”, finalizó el hoy entrenador de varios prospectos cajemenses.