Durante la ceremonia, el presbítero oficiante invitó a los padrinos de las ahora hijas de Dios, a velar por el bienestar de las pequeñas, a quienes guiarán y encaminarán por la senda cristiana.
Al finalizar la ceremonia religiosa, familiares y amigos se trasladaron a un local de eventos sociales de esta ciudad, donde convivieron y pasaron un rato muy ameno, festejando el primer aniversario y el ingreso a la grey católica de las pequeñas Marelyn y Merylan.
Asimismo, disfrutaron de un variado menú, el cual se preparó especialmente para ese día con el que los invitados, chicos y grandes, agasajaron el paladar.