El presbítero era encargado de la capilla de San Francisco de Asís y era considerado una persona de suma entrega a su vida espiritual
Denisse Robles
El padre Hugo Montaño Terán era inalcanzable por su entrega a la oración y su vida espiritual, así es como el sacerdote Armando Armenta, cronista de la Arquidiócesis de Hermosillo, lo recordará por siempre.
Desde tempranas horas de ayer jueves se confirmó el fallecimiento del sacerdote, al no superar las complicaciones por el Covid-19 y quien era encargado de la capilla de San Francisco de Asís.
Detalló que el padre el próximo mes de septiembre hubiera cumplido 45 años al servicio de la iglesia, nació en Moctezuma, Sonora el 10 de agosto de 1941, pero fue criado en Agua Prieta donde pasó su niñez y adolescencia.
“Él oraba mucho con la gente, organizaba eventos de oración, oraba por los enfermos y fue fundador del Boletín de la Paz, donde se brinda información espiritual y de oración, era impresionante lo que rezaba”, comentó Armando Armenta.
El padre Hugo se ordenó como sacerdote en 1970 y fue uno de los fundadores del Seminario Hermosillo como tal, ya que hubo cambios radicales en la iglesia católica.
Hugo Montaño fue vicario en la Capilla del Carmen y en la Parroquia San Juan Bosco, también párroco en las capillas del Espíritu Santo, Fátima y Santísima Trinidad.
Por su parte Antonio López, que fue vecino durante toda su vida del padre Hugo, dijo que era un sacerdote que pasaba mucho tiempo escuchando a las personas, por lo que lo considera especial ya que influyó mucho en él para no tomar malas decisiones.
“Me llamaba mucho la atención cómo es que le dedicaba tanto tiempo a escuchar a los fieles, a estar al tanto de ellos, cuando platicó conmigo me contó de mi abuela, de viejos vecinos y de mi colonia”, puntualizó.