
“No es posible que sigamos permitiendo que la única carretera de Sonora siga secuestrada y se continúe violando la ley al no proveer una vía alterna gratuita”, dijo el dirigente estatal del Movimiento por el Libre Tránsito, Alfonso Canaan Castaños, al denunciar un contubernio entre el Ayuntamiento de Cajeme y los dueños de la concesión, para obligar a los transportistas a pagar un libramiento.
Por: Raúl Armenta Rincón
Explicó que se han intensificado en los últimos días anuncios publicitarios, difundidos por diversos medios de comunicación, donde las autoridades municipales prácticamente amenazan a los camioneros foráneos.
“Quieren que se vayan por un libramiento de cuota o, del otro modo, cobrarles todavía por un permiso para mandarlos por el Valle del Yaqui, salida a Bácum y después tomar la carretera federal”, dijo.
“Pero esos caminos son vecinales o municipales y no están ni siquiera adaptados para camiones de carga pesada, además de la peligrosidad que hay por las noches, los asaltos, etcétera”, agregó.
Canaan Castaños indicó que el Ayuntamiento de Cajeme se está basando en un artículo de la Ley de Tránsito del Estado y en otro del Municipio, “pero la ley suprema es la Constitución y de ahí se derivan otras leyes federales”.
“Aquí el principal problema estriba en que es un tema de décadas, en donde la única carretera que tenemos en Sonora nos la secuestraron con casetas de cobro”, dijo.
Precisó que, de acuerdo a la ley en esta materia, si se tiene una rúa de cuota, es obligación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y de los gobiernos de las entidades proveer una vía alterna, libre de peaje y que tenga las mismas características y condiciones de la de cuota.
Señaló que con el contubernio entre el Ayuntamiento de Cajeme y los dueños de la concesión de dicho libramiento, “estos pretenden recuperar su inversión lo más pronto posible, en un esquema neoliberal depredador que hemos padecido por décadas”.
“En ese esquema, los concesionarios se quedan con el 95 por ciento de los ingresos y únicamente le retribuyen a las arcas de la federación el 5 por ciento, aunado a que las obras se construyen con dinero público, para acabar de redondear el asunto”, agregó.