Sí. Es así como solía ser ella: Una mujer etérea, pero como un torrente abierto de gracia y bondad latente, que inunda por siempre de razón y el afecto, en las horas alegres y las horas inciertas…y, esa devota sonrisa, aun con el dolor a cuestas, con el corazón fracturado o la férula indispuesta; con la bolsa llena o vacía, ella siempre será como al mar la brisa.
De unos ojos tan brillantes, como las gotas de lluvia que iluminan las noches sin luna, cual par de diamantes.
Siempre palabras, y solo palabras para mi dulce Eva Angelina; Y, es que, lo que de una madre como la mía podría decir, ha de ser con hechos del corazón, pues no me gusta mentir.
¡Felicidades, Mamá!
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