
Al abordar el tema de la construcción de la paz desde el punto de vista de las ciencias humanas, el doctor en filosofía dijo que para revertir la inseguridad se debe luchar por la justicia, la democracia y los derechos humanos.
Además, se debe conectar la ética con la política y el derecho, señaló: “Actualmente los gobernantes desarrollan la función pública con más moral, principalmente la economía”, agregó.
La filosofía es el escrúpulo de la sociedad, además actúa como la conciencia moral y de ahí su importancia como ciencia, agregó.
Uno de los aliados principales para establecer la paz es la educación, mencionó, la cual actualmente vive una etapa de crisis, al quererse eliminar las ciencias humanas, principalmente la filosofía.
“Además del civismo han pretendido quitar todas las materias filosóficas. Se intentó suprimir las asignaturas de lógica, ética e historia de las ideas filosóficas, afortunadamente se pugnó ante la Secretaría de Educación Pública y se pudieron conservar estas materias en el bachillerato”, expresó.
En la actualidad el filósofo ha dejado de ser sólo docente y se ha empleado a ser terapeuta o asesor, indicó.
En algunas empresas ya se imparte asesoramiento moral en empresas y ojalá también se dé en el Gobierno; sin embargo, siempre ha habido un desinterés de los actores políticos hacia las ciencias humanas, puntualizó.