Estas quejas se dan más al sur de la ciudad, en las colonias Esperanza Tiznado, Valle Verde, Villas del Trigo, entre otras. La madrugada de ayer, en la colonia Villas del Trigo, unos agentes de la Sedena tumbaron la puerta de una casa sin ninguna orden de cateo.
Los moradores estaban dormidos, y manifestó la señora que escucharon ruidos mientras dormían, pero el jefe de familia no estaba, por lo que la señora salió a ver que era, y se encontró a los militares haciendo desastre en su casa. Después de que no hallaron nada, se retiraron.
En esa misma colonia, el pasado 28 de septiembre por la noche llegaron dos camionetas de la Sedena, y se metieron a un domicilio apuntando con sus armas. La casa estaba en construcción, y el vigilante presentó una crisis nerviosa por el gran susto que se llevó. Al igual que el caso anterior, se retiraron luego de inspeccionar.
Por las calles también se observan cómo revisan arbitrariamente a la gente, ya sea en moto o bicicleta sin decir el motivo de la detención. Las personas molestas dicen estar asustadas, ya que se sienten más inseguros ahora, cuando debería ser al revés.
Cabe señalar que no ha habido detenidos que estén involucrados en las agresiones armadas que han pasado últimamente.
En la colonia Centro, después del ataque armado ocurrido en el callejón Honduras, los vecinos estaban molestos con la autoridad por no detener a los presuntos sicarios que acribillaron al joven.
Dijeron que los asesinos se tomaron su tiempo tranquilamente en ejecutar al sujeto, y todavía se pararon en la esquina haciendo guardia. “Qué casualidad que ninguna patrulla pasó por aquí”, dijo con lágrimas una vecina.