
Integrantes de una congregación cristiana le enseñaron a elaborar empanadas, desde entonces se ha dedicado a ese oficio y ha hecho del centro comercial su lugar de trabajo.
“No busqué trabajo porque aprendí a hacer pan, la gente ya me conoce y llegan y me compran empanadas. Las ventas en ese tiempo aumentan por el frío”, explicó.
Las empanadas son rellenas de calabaza o de cajeta y tienen un precio de 10 pesos por bolsa al igual que las de pan sencillo.
A don Manuel se le localiza en un pequeño puesto sobre la banqueta de la calle Galeana, entre el callejón Argentina y Miguel Alemán.