
La señora Patricia Bernal, dueña de la tortillería que se ubica frente al domicilio del estilista de 47 años, que fue encontrado sin vida la madrugada del pasado jueves y cuya vivienda fue incendiada mientras se encontraba él al interior, dijo que los vecinos de la zona siguen desconcertados y sin poder creer lo ocurrido.
“Todos están igual, nadie lo puede asimilar, porque era una buena persona. Las clientas marcan todos los días, como que no se convencen de que pasó esto; todos los días están viniendo a dejarle flores”.
Comentó que Pedro Adolfo se dedicaba cien por ciento a su negocio, una estética que tenía dentro de su vivienda y atendía de lunes a domingo a sus clientes, en su mayoría mujeres.
Tenía dos hermanas a quienes apoyaba económicamente y seguido lo visitaban en su domicilio para pasar tiempo con él y cocinarle sus platillos favoritos. Además, su amor por los animales lo hizo adoptar un gallo, un conejo, tortugas y una perrita, a los que cuidaba todos los días.
“Era muy fiestero; sus mismas clientas lo invitaban, incluso el sábado pasado dicen que estuvo en una fiesta y que bailó mucho”.
Comentó que los vecinos apoyan la solicitud que hicieron integrantes de la comunidad LGBT el martes, en manifestación en el Congreso Local para que este presunto homicidio sea catalogado como crimen por odio y alcance una mayor condena para los responsables.