El propio alcalde informó del resultado de su experimento.
Manifestó que se sorprendió de la experiencia o mala experiencia, la cual comenzó desde que llegó a las oficinas de la presidencia municipal.
Tena acudió a dos oficinas, entre ellas su propio despacho y reconoció que el trato fue igual: ignorado y discriminado, ni agua le ofrecieron.
Frustrado, se quitó el disfraz en medio de su oficina y tras el asombro de los empleados anunció que tomará medidas drásticas.