Con mentiras, no daban agua

Sorprendidos quedaron habitantes de Capohuisa al descubrir que el desabasto de agua que sufrieron por nueve meses se debía a que las válvulas de presión se encontraban cerradas y no a la falta del líquido en los pozos, como les había hecho creer el Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Navojoa (Oomapasn).

Por: Max Palomares




Nubia Montes Mendívil comentó que durante el tiempo que estuvieron sin el servicio, las autoridades nunca voltearon a verlos, por lo que decidieron tomar el asunto en sus manos y obligar a Oomapas a resolver el problema.



“Aquí nadie se había parado, a consecuencia de eso hicimos una reunión y tomamos la decisión de ir al pozo y nos dimos cuenta que sí tenía agua y también la tubería”, narró.



“Le pedimos a Rigoberto Jiménez, director de Oomapas, que viniera pero nomás nos mandó una cuadrilla, nos vinimos a checar las válvulas y nos dimos cuenta que estaban cerradas”.



Al percatarse que el problema se debía a que las válvulas estaban cerradas, el grupo de más de 30 personas obligó a los trabajadores de Oomapas a que las abrieran. Montes Mendívil dijo que desconoce por qué el Organismo mintió diciendo que el problema era la falta de agua en los pozos, e incluso sugirió que quizás el líquido estaba siendo desviado a otro lugar.



“Desconocemos qué pasó, los nueve meses que estuvimos sin agua la bomba del pozo estuvo prendida, se supone que trabajando así se hubiera quemado. A lo mejor hay una tubería clandestina que desvía el agua; sólo ellos saben, ahorita andamos tras de ellos nomás para cerciorar que abran las válvulas”, expresó.



En la comunidad de Capohuisa hay 900 habitantes, indicó, de los cuales, 260 familias estaban afectadas por el desabasto de agua.



Por su parte, Josefina Rábago coincidió al decir que el líquido no estaba llegando a sus domicilios, pero sí había en los pozos.



Además, denunció que durante todo el tiempo que estuvieron sin el servicio, el cobro llegó puntual a cada una de las viviendas.



“Fue muy complicado, para lavar teníamos que agarrar la ropa y nos íbamos a otras comunidades aquí cerca, o acarreábamos el agua en cubetas, no se puede estar así, esperamos que ya quede resuelto”, añadió.