
Testigos presenciales de los hechos indicaron que los marinos arribaron al lugar en dos patrullas, comenzaron a dirigirse a civiles que ingerían bebidas embriagantes en el sitio, a quienes habrían despojado de efectivo.
Después llegaron hasta donde estaba el policía municipal Eduardo Manjarrez con su esposa y una pareja más, lo golpearon hasta hacerlo caer al suelo y le propinaron varios golpes con pies y las culatas de sus rifles, hasta causarle diversas lesiones.
La situación se tornó tensa cuando pidió apoyo y llegaron patrullas con elementos de la Policía Preventiva y les reclamaron a los marinos sobre la agresión a su compañero; elementos de ambos bandos se enfrascaron en una discusión, ya que la víctima aseguraba se habían comportado de una forma altanera y prepotente.
Finalmente, los ánimos bajaron de tono, algunos civiles se acercaron para acusar a los marinos de haberlos despojado de dinero, pero no quisieron formular cargos.
El policía Manjarrez acudió con el médico legista, fue certificado de las lesiones y formularía la correspondiente denuncia ante el Ministerio Público. Los marinos se retiraron en las patrullas de la Policía Municipal que vienen utilizando.