Además del riesgo que representa estar en contacto con los cuerpos de personas fallecidas por Covid-19, los empleados de funerarias también están expuestos a los reclamos de familiares.
Por: Deniss Cabrera
“Es una gran responsabilidad la que se tiene al trasladar un cuerpo, ya que los familiares no tienen la oportunidad de identificarlo”, expuso Manuel, quien trabaja en una funeraria.
De manera constante, relató, los deudos se molestan al no poder dar el último adiós a sus seres queridos, pero son medidas sanitarias que deben respetarse para evitar los contagios.
“En ningún momento la gente tiene contacto ni visual ni nada con el fallecido y la gente reclama mucho eso, las reglas son del nosocomio a cremación o al panteón directamente”.
En el caso de las personas que fallecen en su domicilio, el médico legista es el que determina si se trata de un probable covid y se aplica el mismo procedimiento.
Señaló que para evitar contagios utilizan overoles quirutex, guantes, caretas y lentes, artículos que son desechados después del servicio, sin embargo, siempre existe el temor de llevar la enfermedad a sus hogares.
“Tenemos mucho cuidado con los overoles que no sean reutilizable, por cada cuerpo es cambio de overol”, agregó.
Al día en promedio se traslada más de 15 cadáveres de personas fallecidas por Covid-19 entre las funerarias del Municipio, por lo que los empleados de este sector extendieron el llamado a la ciudadanía para continuar con la cuarentena.
