Alejandro Mungarro Daniels
(Historiador)
En Cajeme, durante las últimas 11 administraciones se ha dado constantemente la alternancia, es decir, sus gobernantes han emanado de diferentes partidos políticos.
En ellas, siete han sido del PRI, dos del PAN; dos de los llamado partidos de izquierda, uno del Partido de la Revolución Democrática y, el actual, de Morena.
En este tiempo se dio que una persona, Armando Jesús Félix Holguín, gobernara al municipio tutelado por dos partidos diferentes, PRI y PAN, además de que pretendió alcanzar la Presidencia Municipal por tercera ocasión.
En este periodo de septiembre de 1988 a la fecha, han gobernado al municipio 14 personas, considerando que en el periodo de Faustino Félix Escalante se dio un interinato en la persona de Sergio Gastélum de la Vega. Sucedió lo mismo en la segunda administración de Félix Holguín, ya de filiación panista que la culminó Guillermo Ochoa Murrieta; también su sucesor, Francisco Villanueva Castelo, quien tuvo interinato en la persona de Roberto Zaragoza.
De entre esos 14 ex alcaldes han fallecido Guillermo Ochoa Murrieta y Faustino Félix Escalante.
De los doce restantes, al parecer tres de ellos ya no ambicionan el mundo de la política y dos deshojan la margarita. Por lo contrario, siete de ellos su actividad política es constante y activa.
De los ex alcaldes activos en el aspecto político, cinco han mutado a partidos diferentes de donde nacieron políticamente. Se dice que tres de ellos pretenden alcanzar la gubernatura del Estado, cada uno de ellos tutelado por partidos diferentes, uno de los cuales lo haría por segunda ocasión.
En cuanto a lo local, pudiera decirse que la política anda de cabeza, y también que entre los protagonistas hay muy escasa convicción partidista, no obstante, y dándoles el beneficio de la duda, pudiera ser que entre ellos sí existan deseos de servir al pueblo.
Pero algo tiene la política que a pesar de ser tan difícil y de que entre los que viven de ella no haya muchos que verdaderamente le entiendan, no son pocos a quienes los atrapa la pasión y quizá también hace lo mismo la ambición por ella y más difícil se torna ahora, cuando en torno a esto se les ha dado en clasificarlos en conservadores y liberales a pesar que entre ellos se da una verdadera simbiosis.
En relación a esto, y visualizando la política local y estatal, habría que ver cuáles y quienes de lo pretensos por alcanzar un puesto de elección popular tendrá los atributos necesarios para alcanzar esta empresa. Desde luego teniendo en consideración que la política es de grupos, los pretendientes a un puesto de elección tendrían al menos que aportar un sólido liderazgo y una fuerte empatía con las bases, es decir, de aquellos que decidirán su suerte, a no ser que a algunos los arrope de nuevo una ola, como la del pasado reciente.
Es de observarse que son ya varios los que ya han visualizando su horizonte político tanto en lo local como en lo estatal, estos cruzan los dedos y quizá también echen a andar y pongan en práctica algunos sortilegios para que la suerte los proteja y resulten los ungidos.
Quienes se consideran con más adelantamiento quizá ya estén alistando los colores de las mutaciones y añorando los tiempos pasados recientes alzan la mano y gritan desesperados, “dame tu mano linda Morena para subir al…”.