La serie “Chespirito: Sin querer queriendo”, protagonizada por Pablo Cruz Guerrero y basada en la vida de Roberto Gómez Bolaños, ha puesto en revolución las redes sociales, poniendo principalmente bajo el reflector a Florinda Meza.
Lejos de los aplausos, la actriz ha recibido una oleada de señalamientos por su papel en la vida personal y profesional del icónico comediante, en especial por la manera en que es retratada en esta nueva producción biográfica.
Ante el renovado interés del público por los detalles íntimos del entorno de "Chespirito", también han resurgido dudas sobre la situación económica de Meza durante los años dorados del programa "El Chavo del 8".
¿CUÁNTO LE PAGABAN A FLORINDA MEZA POR CADA CAPÍTULO DE "EL CHAVO DEL 8"?
En entrevista reciente para el programa de televisión Sale el Sol, Florinda rompió el silencio y desmintió tajantemente los rumores que circulan sobre una supuesta fortuna de 20 millones de dólares.
"Yo nunca llegué a ganar ni siquiera 50 mil pesos por capítulo, lo más que gané por un capítulo fue 10 mil 500, y eso muy al final, pero pesos", aclaró la viuda de Gómez Bolaños. "Si nos hubieran pagado 10 mil dólares por capítulo, sería millonaria", agregó, con evidente molestia por las cifras infladas que circulan en internet.
MARÍA ANTONIETA DE LAS NIEVES HABLA SOBRE SUELDOS MÍNIMOS CON "CHESPIRITO"
Sus declaraciones hacen eco de lo dicho anteriormente por María Antonieta de las Nieves, “La Chilindrina”, quien también ha revelado que, pese al gran éxito del programa de comedia, los ingresos para los actores fueron mínimos.
En entrevista con Un Nuevo Día, De las Nieves explicó que Televisa era la principal beneficiada de las retransmisiones internacionales: “A nosotros nos daban una milésima parte… si yo gané mil o 1,500 por programa, me daban 150 pesos por cada vez que pasaba en Centro y Sudamérica, no es nada”.
La polémica sigue creciendo, alimentada tanto por las revelaciones en la bioserie como por las propias palabras de los protagonistas de una de las producciones más emblemáticas de la televisión hispana.
Lo cierto es que, detrás del humor y los disfraces, la realidad económica de quienes dieron vida a los personajes del barrio fue mucho más modesta de lo que muchos imaginan.
